Apellidos españoles: los bebés se llaman como el padre y la madre, y funciona bien
En España, todo el mundo tiene dos apellidos desde hace siglos. De esta forma se evita la confusión entre dos personas con el mismo nombre y apellido en el Registro Civil.
Institucionalizado por la Iglesia en el siglo XVI, el sistema ha evolucionado desde entonces. La tradición de dar los apellidos paterno y materno a los hijos se convirtió en ley en el siglo XIX.
Antes, la elección y el orden de los apellidos españoles dependían de lo que decidía la familia de cada niño.
Los recién nacidos reciben entonces dos apellidos: los apellidos españoles suelen estar compuestos por el primer apellido del padre seguido del primer apellido de la madre.
Sin embargo, los padres pueden, de mutuo acuerdo, decidir el orden de los apellidos transmitidos antes de la inscripción en el Registro Civil.
Apellidos españoles: ¿Cómo funciona en la práctica?
Si Juan Fernández Jiménez y María Córdoba Pérez deciden tener hijos, los apellidos de los hijos serán Fernández Córdoba.
Y sí, esto significa que sólo los hermanos tienen el mismo apellido.
Una vez alcanzada la mayoría de edad, el hijo puede solicitar un cambio en el orden de los apellidos.
En el caso de los cónyuges, el apellido no cambia después del matrimonio. Cada cónyuge conserva su doble apellido.
El sistema español para determinar los apellidos españoles es un poco más igualitario que el de otros países en los que el apellido de la madre desaparece.
Sin embargo, el apellido de la madre, al venir en segundo lugar por regla general, desaparece en la siguiente generación.
Apellidos españoles: Los más comunes
El apellido más común en España es García. Seguidos de Martínez, Fernández, Rodríguez… Como habrás notado, muchos nombres españoles terminan en -ez.
¿Sabes por qué? La partícula «-ez» es originalmente un patronímico que significa «hijo de». Por ejemplo: Fernández (hijo de Fernando), López (hijo de Lope).
No todos los apellidos tienen su origen en el nombre del padre, sino que muchos son «toponímicos», llevan el nombre de una ciudad, como Córdoba, Valencia, etc.
Hay otros apellidos con origen en el oficio de un antepasado de la familia, como «Sastre», «Botero», «Tejedor», o el estatus como «Duque», «Escudero», «Soldado».
Si visitas las ciudades Ceuta o Melilla, las cuales tienen una importante comunidad musulmana de origen marroquí, es posible que te cruces con un Mohamed Mohamed Mohamed.
No, no, ¡no es una errata! El primero es su nombre y los otros dos sus apellidos. Al ser la población árabe mayoritariamente musulmana, el nombre de pila Mohamed, que es también el apellido, es un clásico ya que hace referencia a su religión.
Ah, y una última cosa: si tienes previsto trasladarte a España y adoptar la nacionalidad española, debes saber que tendrás que ajustarse a la nomenclatura vigente.
Si sólo tienes un apellido, puedes añadir el apellido de soltera de tu madre. De lo contrario, se repetirá tu apellido.
Apellidos españoles: También debes saber que hay españoles que tienen ¡más de dos apellidos!
Son los apellidos compuestos, y pueden ir unidos por un guión o una o varias partículas. No son comunes, pero sí puedes encontrarlos en más de una ocasión.
Ejemplo:
Ramón Sánchez de Córdoba Pérez. «Sánchez de Córdoba» sería el apellido del padre, y «Pérez» el de la madre.
Luís Zuleta-Reales Fernández. «Zuleta-Reales» es el apellido compuesto que corresponde al padre y «Fernández» sería el de la madre.
¿A qué se debe esto?
Estos apellidos españoles se originan en la Edad Media, y corresponden a familias nobles que combinaban sus apellidos con los señoríos o tierras de procedencia, o la exigencia de mantener el apellido de la esposa que aportaban un patrimonio o un linaje destacado.
Los apellidos españoles hablan mucho de la cultura e historia españolas, y es interesante conocerlos.
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